lunes, 24 de enero de 2011

Ni tú, ni nadie


Y si con diecisiete años no haces lo que te apetece, dime, ¿cuándo lo harás? ¿Cuándo?
No hablo de cosas como no hacer caso a tus padres, y tampoco de escaquearte de tus obligaciones, no, no hablo de eso. Cuando te digo que hagas lo que realmente te apetezca hablo de elegir como quieres ser y quienes quieres que te rodeen, eso sí que lo puedes eligir y está realmente en tus manos. Hablo de pintarte las uñas de color rosa si te da la gana y de ponerte el pelo verde, de escuchar a Melendi o de comer 5 regalices diarios y 3 piruletas, hablo de sonreir si tienes ganas y si te sale de dentro y de enfadarte si te dan los motivos necesarios, hablo de saltar por la calle y gritar las veces que te de la gana su nombre, el tuyo o de cantar simplemente tu canción preferida, hablo de mirar el cielo las veces que te de la gana y de ponerte tonta si te hacen cosas que no te gustan, hablo de caminar, no como los demás, si no como tú sabes, hablo de encerrarte en tu habitación y ponerte los cascos con la música a todo volumen si te apetece, de leer libros por la calle o de no leerlos si no tienes ganas, hablo de querer, hablo de sufrir y de aprender de los errores, hablo de confesar tus secretos a quien quieras...
Pero de lo que no puedo hablar es de enamorarte, porque eso no lo eliges tú.

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